jueves, febrero 08, 2007

Calle Controversia expondrá su trabajo en Bogotá


CALLE CONTROVERSIA PARTICIPARÁ EN EL ENCUENTRO NACIONAL DE EXPERIENCIAS SIGNIFICATIVAS CON Y PARA JÓVENES


La Universidad de la Salle viene desarrollando la investigación denominada “La Práctica Social con y para Jóvenes en Colombia”: Análisis de experiencias Significativas, que busca establecer un panorama de los proyectos más relevantes con juventud a nivel nacional, en diferentes campos: Ciudadanía juvenil (Liderazgo, participación, organización, convivencia y resolución conflictos, derechos humanos, movimientos por la paz y desmovilización / reinserción), Pastoral juvenil, Inserción laboral, producción mass mediática, audiovisual y artística, y cuerpo (sexualidad y consumo de psicoactivos). En el marco de esta investigación, realizará el ENCUENTRO NACIONAL DE EXPERIENCIAS SIGNIFICATIVAS CON Y PARA JÓVENES, a desarrollarse los días 21,22 y 23 de febrero de 2.007” en Bogotá.


El compromiso de Calle Controversia fue reconocido por su trabajo en la línea de comunicación-educación, la que le ha permitido emprender y vincularse con iniciativas de educación popular, como lo son la Escuela de Formación Política Estanislao Zuleta y el trabajo de comunicación alternativa desarrollado en varias comunidades de la ciudad. Al tiempo que combina varias estrategias: boletines que se publican cada 8 días por correos electrónicos, la edición impresa que sale con un tiraje de 10 mil ejemplares cada mes y ahora, con la Agencia de Prensa Calle Controversia.


La experiencia de Calle Controversia, así como las múltiples propuestas que se propone emprender, la ubicaron como una práctica significativa para socializar en este encuentro nacional.

miércoles, febrero 07, 2007

Las mujeres atacan

Johnatan Soto


Estoy asustado.
Mi hogar ya no representa un refugio seguro.
Nos atacan simultáneamente por todos los frentes, la derrota se avecina, el hombre sucumbirá ante el poder femenino, ellas se están vengando.

No se desde cuando se tramo el complot…
Recuerdo aquellos tiempos hermosos: el rey, el doctor, el ingeniero, EL EMPERADOR… ¡ja! Buenos tiempos aquellos. Todo circundaba el infinito mundo de la masculinidad; nosotros teníamos el poder, la autoridad desde el lenguaje hasta los más altos cargos, ellas solo obedecían nuestras órdenes.

Ahora todo ha cambiado, es un planeta dominado por ESAS.
Es increíble observar como esta pequeña especie nos ha superado en número. Día tras día ensanchan sus filas con cantidad inusitada de adeptos. Ya no es extraño ver a antiguos compañeros (de los mejores combatientes) utilizando su vestuario y forma insinuante de bambolear caderas rítmicamente.
Los reportes mensuales de la AGAM (asociación galáctica masculina) lo demuestra: cada mes somos menos.

Ya hay dizque presidentas, ingenieras destacadas, grandes maestras, increíbles deportistas; han ido poco a poco apresando nuestros lugares. Han llegado hasta el punto de promover un movimiento insurgente dentro de nuestros cargos de mayor exclusividad. Pueden escucharse los calificativos como: asesina en serie, violadora, ratera, sicaria, alcohólica y hasta capitana.

Maldita sea, estas lágrimas me hubiesen costado la vida hace algunos años. Ya no me importa. Dios tiene que renacer, el súper hombre a muerto.

No queda más que huir.

Voces de la Resistencia

Por: Daniel Rincón


Calle Controversia estuvo parlando con David Medina, integrante de los grupos de hip hop Sociedad FB7 y Bellavista Social Club. Su presencia en el hip hop cuenta con más de 10 años de experiencia en el tema Rap, tema donde ha estado movilizando la discusión. Calle Controversia lo acompaña en su interés de cuestionar, reflexionar y proponer sobre el hip hop en la ciudad.

Calle Controversia: ¿Qué le expresa Sociedad FB7 con su arte a la sociedad? ¿Cuáles son las ideas sobre el arte?
Medina
.: El arte como expresión no puede estar por fuera de los ámbitos estéticos y culturales de la sociedad, el arte urbano se relaciona con la cotidianidad, que implica relacionarse y pensar en lo social, lo político, lo económico; también en los territorios alternativos, donde el barrio aparece como el centro de nuestras vidas. Un arte descontextualizado le facilita la tarea instrumentalizante a la industria cultural, de allí que hoy estemos saturados de un arte sin discursos, que sólo le interesa una comercialización vacía. Sociedad FB7 asume un compromiso, que significa que nos asumimos en la realidad, y que con nuestras metáforas, con nuestras letras y desde lo simbólico, denunciamos las estructuras.

C.C: Qué se puede decir de la relación hip hop y política?
D. M: Hoy tenemos unas músicas vacías de contexto y sentido popular, que son funcionales en tanto reproducen ciertos valores del sistema. La cooptación de los géneros musicales hace que se diluya su papel político. Seria clave una escuela de formación socio-política con artistas del hip-hop, pues al hip-hop están llegando jóvenes muy desprevenidos, que no conocen la historia e ignoran el potencial movilizador y reinvidicativo del género. Ahora, lo que me preocupa es cuando el arte es utilizado, tanto por la industria cultural, como cuando es cooptado políticamente. Porque ahí lo que se genera es una relación vertical, que es lo que pasa cuando un partido político coge un grupo de hip hop para que le haga unas letras. Cuando el arte se pone como inferior en esa relación, se pone sólo al servicio de esto, se le pierde el contenido a la propuesta artística. La relación entre política y Hip Hop es inherente, el hip hop es una práctica política en tanto construye relaciones, discursos, lenguajes propios y devela realidades que a su vez desatan conflictos o establecen vínculos de solidaridad. Además, es importante resaltar, que gracias al hip hop los jóvenes se sienten protagonistas de sus proyectos, y no tienen porque estar representados por un movimiento o una causa partidista. Por ello las líricas, el baile, los grafitis expresan las vivencias y sentimientos de los jóvenes urbanos, rueda su propia palabra y no necesitan que otros los representen, por ello hablamos de empoderamiento político a través de las músicas urbanas.

C.C: Cómo ves el panorama del hip hop en nuestros días?
D.M: Siendo críticos, al hip hop local le falta mucha conciencia social y política, hoy en gran parte tenemos un hip hop desinformado y descontextualizado. Al hip hop los jóvenes artistas están llegando con pocos cuestionamientos e intencionalidades. Los símbolos originales del hip hop se perdieron o están invisibilizados, hoy los símbolos al parecer son un carro, una mujer desnuda, una botella de whisky, cadenas de oro con diamantes y ropas muy costosas. Eso es lo que nos muestran del hip hop norteamericano y lo triste es que acá muchos lo adoptan. Es ilógico, hoy por ejemplo tenemos raperos cantando para la policia, para los grupos políticos y armados del país, incluso para las grandes multinacionales.

C.C: Cómo está la escena local en cuanto al hip hop?
D.M: Dentro de las tendencias de la ciudad que salieron en el foro que hicimos sobre el hip hop local, se nota que existe mucho potencial artístico, que hay talentos muy diversos. Sin embargo de manera generalizada hay un vacío de conciencia social, un hip hop poco formado. Ahora, tenemos gente poco cualificada en términos de lo comunicativo, en articulaciones, en acciones conjuntas, en propuestas colectivas. Eso es muy preocupante, porque eso ha generado que en Medellín no exista una escena articulada que se pueda denominar alternativa y logre tomar fuerza, gracias a la autogestión y al trabajo en red.

C.C: Qué hacer entonces para lograr un hip hop más fortalecido?
D.M: Es clave la articulación con otras organizaciones, agendas conjuntas, porque eso hace visibles los grupos y le da más vida al proyecto musical. Esa vinculación le da una visión más amplia a las bandas. Porque precisamente el proyecto del neoliberalismo es el que nos está mandando a que trabajemos solos e individualizados. Al contrario, la idea es trascender a procesos formativos, así lograríamos acceder a muchos escenarios si las bandas de hip hop tuviéramos la capacidad de gestionar proyectos visionarios, como por ejemplo un estudio de grabación por comuna, que ya existen en otras ciudades. En Bogotá por ejemplo existen niveles de organización muy fuertes, pero es porque las bandas están articuladas. Pero en Medellín aun somos muy susceptibles, fácilmente reclutables y predomina el trabajo y la creación individual, por ello, difícilmente se valora y reconoce el trabajo artístico del otro.

Engrosando las filas


Por: Maribel Balaguera



Colillas de cigarrillo adornando la entrada del Batallón Pedro Nel Ospina, mejillas femeninas tostadas por la furia del sol y rebarnecidas de lágrimas.

Esos gritos salidos del alma y ese sentimiento de despojo en el seno materno. ¿Es el servicio militar una solución?. Las madres estupefactas de incertidumbre y jóvenes sin proyecto de vida son reunidos entorno al juego sangriento creado en defensa de... ¿Y qué se defiende?... ¿A quién se defiende?...

Es triste imaginar a cientos de jóvenes que el 4 de Diciembre se despidieron de sus madres y familiares, que sólo regalaban con sus rostros inseguridad e incertidumbre; que no tuvieron tiempo de pensar, que no los dejaron pensar, sigan haciendo parte de este desangre histórico; los medios de comunicación tradicionales se han referido a “muertos” o “desaparecidos” al hablar de soldados en combate, pero cuando es algún miembro del bando contrario -uno de los malos- es “dado de baja”... ¿Y donde está la humanización?.

Cuando se habla de futuro se piensa en juventud, en desarrollo, en proyectos, en investigación; pero al joven sólo lo trae el pensamiento, porque la irracionalidad lo arranca del futuro y lo arrastra a la ignorancia total. “Los jóvenes (y aún niños sociales) parecen criados por las utopías Institucionales para alimentar un sistema de maldad y furia colectiva.

¿La propuesta es amar a la patria?. Quizá ciertos puntos deban ser revaluados, pensando además en el individuo. ¿Tantas cicatrices han sido olvidadas?, ¿y el objeto de lucha no es pues, un cambio en las estructuras organizativas y sociales?.

se necesitan jóvenes ciudadanos activos en el cambio y en la propuesta, no en el engrosamiento de masas asesinas; jóvenes que cambien las empresas sanguinarias y desgarradoras por proyectos de crecimiento social, jóvenes que eliminen las sucias maquinaciones políticas , las torturas, la miseria, los pactos; jóvenes que crean en una construcción de ciudad nueva sin tener la insuficiencia de desconocer la evolución humana ... Esgrimir un arma en la eliminación de otro semejante.

La minita de oro de la guerra colombiana


Por Daniel Rincón


“¿Por qué siguen existiendo las prisiones a pesar de resultar contraproducentes?
Yo respondería: precisamente porque producen delincuentes y la delincuencia
tiene cierta utilidad económica-política en las sociedades que conocemos”.
“Foucault”


Todos tienen miedo. Todos necesitan seguridad. Palabras para ilustrar de Eduardo Galeano: “el verdadero autor del pánico planetario se llama Mercado. Para vender sus guerras, el Mercado siembra miedo. Y el miedo crea clima. La televisión se ocupa de que las torres de Nueva York vuelvan a derrumbarse todos los días. ¿Qué quedó del pánico del ántrax? No sólo una investigación oficial, que poco o nada averiguó sobre aquellas cartas mortales: también quedó un espectacular aumento del presupuesto militar de Estados Unidos. Apenas un mes y medio de esos gastos bastaría para acabar con la miseria en el mundo”.

Una buena ecuación para entender la guerra: mientras más miedo exista, más mecanismos de seguridad necesitas. Lo propone Michael Moore con su documental Un país bajo las armas, lo propone Foucault con sus tesis sobre la sociedad de control, lo proponen los imperios de la guerra inventando terrorismos en todo el mundo. Bajo esa ecuación, el miedo es rentable, pues a mayor miedo más aceptable e incluso deseable será el sistema de control policial.

La necesidad está creada y el negocio montado. Colombia no escapa a esta trampa y eso lo demuestra el presupuesto militar. Porcentualmente hablando, nuestro país invierte, según cifras de las Naciones Unidas, 5.8 del PIB, mientras los gringos, quienes han desarrollado la fábrica de guerra más grande del mundo, sacan de su PIB el 3.98% para el gasto militar. El economista Libardo Sarmiento es claro: el gasto militar y el control social son dos vectores fundamentales de la economía colombiana.

A su vez, el gasto colombiano en la guerra es poco inteligente. De los 1.300 millones otorgados en el 2004 por Estados Unidos para el Plan Colombia, 1130 millones se gastaron sin que un solo funcionario colombiano viera un céntimo. Todos los recursos fueron canalizados por las sociedades militares privadas (SMP), quienes gozan en Colombia de inmunidad diplomática. Ninguna autoridad colombiana tiene derecho a controlarlas, como tampoco sus aviones, sus tripulantes y sus cargamentos. Sus hombres ingresan con una visa de turismo pero gozan de protección diplomática. En el año 2003, el Estado aceptó firmar un acuerdo con Estados Unidos por el cual el gobierno colombiano se compromete a no enviar a la corte penal internacional a ciudadanos estadounidenses que hubieran cometido crímenes contra la humanidad.

En un Estado amigo de los verbos reprimir y controlar, los gastos militares son invariables en sus políticas económicas. Al parecer los gobiernos colombianos aun no entienden que los problemas sociales no se resuelven con plomo. De los $579.7 millones que los Estados Unidos “donaron” al plan Colombia para el 2006, $427.5 millones (o 74%) han sido destinados para la Policía y las Fuerzas Armadas de Colombia, dejando sólo $152.5 millones para fundar iniciativas sociales y económicas, de dudoso impacto y beneficio social.

Mientras en Colombia, según los informes de la Pastoral Social, cinco millones de personas se acuestan sin probar bocado, y los síntomas de la pobreza y la indigencia se sienten a diario en las calles, la guerra está en los primeros renglones de nuestros gastos públicos, por encima de la inversión publica social. Todo esto en un contexto donde se atreven a negar la existencia de un conflicto armado, en una guerra compleja que perdurará y se perpetuará por años mientras las rentabilidades de las compañías fabricantes de armas sigan en ascenso. De las 10 empresas más grandes que producen armas en el mundo, 7 son de origen estadounidense. En Colombia, la DynCorp, la Arinc, el Grupo Pendón y la ASC Defensa son algunas de las empresas bélicas que disfrutan de la mina de oro de la guerra colombiana.

Hoy entonces es necesario dibujarle un nuevo mapa a Colombia. Primero pintando las bases militares estadounidenses que en los textos oficiales no aparecen: la base militar de Arauca desde donde monitorean una zona rica en petróleo; la base de Larandia, punto geoestratégico para el control continental y la base de Tres Esquinas, rica en rutas terrestres, fluviales y aéreas. Luego dibujaría a los desplazados víctimas de la guerra, desterrados de sus campos, asentados en las periferias, casi invisibles en las ciudades. Pintaría también a los militares y los narcoparamilitares con sus grandes tierras y las haciendas a su nombre. Pero sobre todo pintaría a los indígenas del Cauca, al movimiento de mujeres por la paz, a los jóvenes antimilitaristas. Un mapa de Colombia donde se enfrentan las maquinarias de la guerra contra los proyectos colectivos por una sociedad en paz con justicia y dignidad.

Militarización de la vida cotidiana


¿La alternativa para sentirnos más seguros?

Por Red Juvenil de Medellín


Hoy día es muy común caminar por el centro de la ciudad y encontrarse en cada esquina a individuos con un radio de comunicaciones, con el claro objetivo de no permitir que algo se salga de la normalidad que se ha impuesto en el centro de la ciudad, con más fuerza desde que empezó el proceso de “desmovilización” de integrantes de las AUC.

Esta normalidad tiene que ver con el control que hacen las bandas de escaperos (persona que roba con diferentes modalidades en almacenes y a personas en la calle) para determinar cuando “tienen permiso para robar”, hasta quien decide quien expende droga en una cuadra o, quién evita que un simple borracho haga escándalo y quien designa donde venden la marihuana y donde se la pueden fumar; Incluso no bastando con esto te pueden amonestar por comportamientos que no salen ni con las luces de la ciudad ni con su gran intencionalidad de la CIUDAD TURISTICA.

Pero lo más preocupante de toda esta situación es cuando las personas que son los objetos de vigilancia directa, es decir los habitantes de parques, transeúntes, vendedores, ceden sus derechos por la otra frase de moda en la ciudad de Medellín “¡ahh, es que ellos nos protegen!”, esta frase puede interpretarse como un comportamiento de subordinación total a las órdenes autoritarias y vigilantes impuestas, que sólo llevan a que cada día las personas del común sientan que POR FIN LA DELINCUENCIA SE ORGANIZÓ, porque ya nadie actúa sin la autorización de algunos JEFES.

Estos a su vez ya concertaron con muchos de los integrantes de los organismos de vigilancia y control del Estado para dividirse las funciones de vigilancia. Ya que de fondo el proyecto de CONTROL Y ORDEN que han tenido los organismos del estado en la cabeza y los que promueven los vigilantes desmovilizados son similares.

Una conclusión pesimista de esta situación, es que cuando una sociedad cede sus libertades por la seguridad, sólo se vislumbra que un proyecto totalitario es mucho mas fácil de instalar e incluso para nuestra ciudad y país es mas delicado, porque la seguridad esta inscrita a una doble moral, donde el Estado con sus respectivos gobiernos, muestran sus armas públicamente, y las bandas y grupos paramilitares que históricamente les han ayudado a mantenerse en el poder realizan el control, pero manteniendo sus propios ordenes sociales, que en la vida cotidiana de la ciudad son los que más generan la aceptación de las armas de la fuerza.

Estamos cerca de la dictadura no sólo por quienes ejercen el poder de esa forma sino también de quienes los legitiman.