miércoles, febrero 07, 2007

Militarización de la vida cotidiana


¿La alternativa para sentirnos más seguros?

Por Red Juvenil de Medellín


Hoy día es muy común caminar por el centro de la ciudad y encontrarse en cada esquina a individuos con un radio de comunicaciones, con el claro objetivo de no permitir que algo se salga de la normalidad que se ha impuesto en el centro de la ciudad, con más fuerza desde que empezó el proceso de “desmovilización” de integrantes de las AUC.

Esta normalidad tiene que ver con el control que hacen las bandas de escaperos (persona que roba con diferentes modalidades en almacenes y a personas en la calle) para determinar cuando “tienen permiso para robar”, hasta quien decide quien expende droga en una cuadra o, quién evita que un simple borracho haga escándalo y quien designa donde venden la marihuana y donde se la pueden fumar; Incluso no bastando con esto te pueden amonestar por comportamientos que no salen ni con las luces de la ciudad ni con su gran intencionalidad de la CIUDAD TURISTICA.

Pero lo más preocupante de toda esta situación es cuando las personas que son los objetos de vigilancia directa, es decir los habitantes de parques, transeúntes, vendedores, ceden sus derechos por la otra frase de moda en la ciudad de Medellín “¡ahh, es que ellos nos protegen!”, esta frase puede interpretarse como un comportamiento de subordinación total a las órdenes autoritarias y vigilantes impuestas, que sólo llevan a que cada día las personas del común sientan que POR FIN LA DELINCUENCIA SE ORGANIZÓ, porque ya nadie actúa sin la autorización de algunos JEFES.

Estos a su vez ya concertaron con muchos de los integrantes de los organismos de vigilancia y control del Estado para dividirse las funciones de vigilancia. Ya que de fondo el proyecto de CONTROL Y ORDEN que han tenido los organismos del estado en la cabeza y los que promueven los vigilantes desmovilizados son similares.

Una conclusión pesimista de esta situación, es que cuando una sociedad cede sus libertades por la seguridad, sólo se vislumbra que un proyecto totalitario es mucho mas fácil de instalar e incluso para nuestra ciudad y país es mas delicado, porque la seguridad esta inscrita a una doble moral, donde el Estado con sus respectivos gobiernos, muestran sus armas públicamente, y las bandas y grupos paramilitares que históricamente les han ayudado a mantenerse en el poder realizan el control, pero manteniendo sus propios ordenes sociales, que en la vida cotidiana de la ciudad son los que más generan la aceptación de las armas de la fuerza.

Estamos cerca de la dictadura no sólo por quienes ejercen el poder de esa forma sino también de quienes los legitiman.

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