miércoles, noviembre 07, 2007

la palabra de Cristo tambien es política


Ojala hubieran curas así en los barrios, en las iglesias, en la escuelas, diciendo que la palabra de Cisto es igualdad y no caridad. Que la lucha está es con los de abajo, con el pueblo que sufre. Que la palabra de Cristo se encarna no sólo en el templo, sino trabajando con la gente. Javier Giraldo, luchando desde la comunidad de San José de Apartado.

Recomendados estos sitios para enterarse de que la palabra de Cristo también tiene política

http://www.javiergiraldo.org/

http://www.cdpsanjose.org/

Habla en entrevista Javier Giraldo

Mientras en Colombia continúan las muertes violentas de opositores al gobierno, el presidente Álvaro Uribe trabaja por la “legalización” de los paramilitares, cuyos vínculos con militares y políticos están siendo probados en los tribunales y cuyos crímenes siguen siendo la causa principal del desplazamiento interno y del exilio de los colombianos. El defensor de derechos humanos Javier Giraldo, sacerdote jesuita y ganador del III Premio Juan María Bandrés, en 2003, sigue luchando por los derechos de las víctimas de la violencia, en especial de los más de tres millones de personas desplazadas.

Tras décadas de crímenes, se van haciendo públicas las complicidades entre paramilitares y militares y políticos colombianos. Pero también avanzan los proyectos para “normalizar” a estos paramilitares e impedir que sean juzgados por delitos atroces, como si todo pudiera quedar en un “escándalo” más que el país puede sortear. ¿Hacia dónde puede ir este proceso paradójico?

Al reconstruir la historia del paramilitarismo en Colombia para entrever su futuro, se descubre una estrategia tan inteligente como perversa de dominación, con una primera fase de grandes masacres y desplazamientos, que luego se ha afianzado con el control de las estructuras de organización y poder y siempre con un poderío económico monstruoso que se va legalizando hasta poder comprar el Estado. Tal estrategia dosifica la violencia según sus necesidades. Incluso llega un momento en el que la disminución de violencia sirve para sortear la censura internacional producida por la monstruosidad de sus crímenes.

Ahora, la impunidad que le brinda Uribe al paramilitarismo quiere permitir un acceso ya legal al control del Estado por la vía electoral. En esta fase actual de “legalización” se supone que han tejido tupidas redes de relaciones con la clase política tradicional y emergente, particularmente con el Parlamento, la fuerza pública, el poder judicial, los partidos políticos y los medios masivos de información, todo mediado por su descomunal poderío económico, lo que hace que el “escándalo” que ayuda a exorcizar el pasado sea manejable. Ojalá me equivocara, pero el futuro previsible a cuatro o cinco años es el de un dominio legalizado de paramilitares de corbata ya plenamente cooptados por la sociedad y que pueden expresarse a través de los mass media.

Hay un desconocimiento de la inmensa gravedad de las violaciones de derechos humanos en Colombia. ¿Cuál debe ser en estos momentos el papel de la comunidad internacional y en particular de unos gobiernos europeos que parecen moverse en la ambigüedad respecto al gobierno de Uribe?

Es muy triste y preocupante que la verdad de nuestra tragedia sea ignorada casi universalmente. Pero no creo que los gobiernos europeos, como tampoco los norteamericanos, ignoren lo que ocurre. Tampoco lo ignoran las grandes agencias de prensa. Es un problema de voluntad y principios éticos, de que la “opinión pública” mundial está regulada por enormes conglomerados económicos para los que la “verdad” es una mercancía. Los enormes negocios de los capitales transnacionales en Colombia bloquean la denuncia del régimen que les abre sus puertas y les garantiza sus transacciones. La población consciente y solidaria es cada vez más pequeña, pero a la vez más rica en humanidad. Admiro profundamente a las organizaciones humanitarias, a las asociaciones y personas solidarias que denuncian nuestra tragedia.

Entrevista completa en:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=56341

HOLLMAN MORRIS: Una piedrita en el zapato

Esta es una ecuación muy a la colombiana: el periodista criollo más galardonado a nivel internacional es a la vez el periodista con mayores amenazas contra su vida en estos momentos. ¿Libertad de expresión? Que lujo de país

Sus documentales, con un nombre que deja poco a la imaginación, CONTRAVIA, son transmitidos por los canales nacionales y regionales (muy pocos realmente, habrá que preguntarle a Caracol y RCN qué es lo que no les gusta de CONTRAVIA) en horario XXX. Hay que chuparse las novelas, el noticiero, a Jorge Barón, a televentas, el corin tellado, de todo pasa, hasta que por fin llegan las once o a veces doce de la noche y entonces ahí empieza CONTRAVIA. Miren la lógica del asunto: quienes diseñan las parrillas y programación de los canales piensan que es mucho mejor que las familias colombianas, los niños y niñas, los padres y madres, las empleados y los empleados, las y los jóvenes, se acuesten y cuidadito no vayan a enterarse de la realidad del país ¡eso si, vean novelas y balas antes de dormir…dulces sueños…¡

Hablamos de Hollman Morris, con quien hace poco hablamos en el parque del periodista en Medellín. Comiendo empanadita de 800 pesos (las pusieron muy caras) nos contaba que su trabajo, admirado por muchos por su riesgosa labor periodística al introducirse en los escenarios de la guerra colombiana, y retomar los testimonios de las victimas, esta en crisis por falta de billete. Business de las industrias culturales y de los medios de comunicación, para quienes la palabra responsabilidad social parece solamente adornar sus discursos en las entrevistas.

Producir un documental le vale a Hollman algunos millones, entendible, los recursos técnicos, el transporte, la papita, la logística, la edición…pero aplicándole matemática al asunto, se producirían cientos de CONTRAVIAs si se destinaran los recursos que en un día invierte el gobierno colombiano en su guerra, mal llamada Seguridad Democrática.

En este contexto marcado por conflicto armado colombiano, que sólo se atreve a negar el presidente, el periodismo independiente esta amenazado. Hollman se ha convertido, nuevamente, en una de esos cerebros colombianos que salen del país, porque si no lo hacen, pailas. Lo amenazaron aquellas fuerzas que hoy día juran arrepentirse de sus crímenes en los salones de la justicia colombiana, lo amenazaron los paracos ¿acaso no se habían desmovilizado? Para pensarlo dos veces.

Desde Calle Controversia, nuestro mensaje de solidaridad a un mancito de corazón valiente, seguro Colombia no desaparecerá de la mente de este luchador, donde quiera que vaya.

PALABRAS DE HOLLMAN...con razón no lo quieren

PRENSA RURAL INFORMA

El periodista Hollman Morris, destacado activista por los derechos humanos en Colombia y crítico del gobierno del presidente Álvaro Uribe, abandonó su país junto a su familia, tras recibir reiteradas amenazas de muerte en su contra por parte de paramilitares de ultraderecha, informó su hermano.

"Él tomó la decisión después de recibir nuevas amenazas y en medio de un clima peligroso por recientes enfrentamientos del presidente (Uribe) con varios periodistas (críticos de su gobierno) y una campaña electoral tremendamente violenta", dijo Juan Pablo Morris, hermano del comunicador.

Morris explicó que su hermano recibió el pasado 26 de septiembre un correo electrónico firmado por un presunto grupo paramilitar autodenominado "Frente Patriótico", donde le decían que se había ganado la rifa para un ataúd y con la leyenda "Por guerrillero, sapo y apátrida". Al día siguiente recibió otro mensaje. En esta ocasión se había incluido una imagen del periodista tachada con una "X" y el texto: "4,3,2, ya casi".

"Con estas elecciones como están, con esa matazón de gente y las amenazas a los periodistas críticos del gobierno, Hollman no se sintió con garantías para seguir ejerciendo su profesión y decidió irse junto a su familia", añadió.

Hollman Morris, director del programa televisivo de investigación Contravía, transmitido por teleSUR, es conocido por sus críticas al gobierno colombiano y por denunciar terrorismo de estado y violaciones de los derechos humanos. Además, Hollman Morris ha sido merecedor de los más importantes reconocimientos periodísticos en Colombia, por sus trabajos sobre el conflicto interno.

Tomado de:
http://www.prensarural.org/spip/spip.php?article843

PALMA AFRICANA Y DESPLAZAMIENTO...por Hollman Morris