Cada una de nuestras acciones busca evidenciar el desacuerdo con las celebraciones militares y reiterar que no hay independencia en Colombia, mientras mueran niños y niñas de hambre; mientras los pobladores del campo sean desplazados a la ciudad; mientras la tierra la tengan unos pocos y los grupos armados se apropien de la poca tierra que queda; mientras los jóvenes no accedan a la educación y sean constantemente reclutados a las filas de los ejércitos; mientras la salud siga siendo un negocio al que acceden los que más tienen; mientras los gobiernos se empecinen en atacar a la población, negar el conflicto armado interno que vivimos, a la vez que cobrar a los más pobres la guerra; mientras las libertades no se respeten y las criminalicen; mientras la diversidad sexual no sea reconocida como libertad; mientras el agua y los servicios públicos sean un negocio, en detrimento de los recursos y de los pobladores; mientras las victimas no se tomen en cuenta y se le den a los victimarios todas las garantías; y mientras la economía de guerra sea el sustento para mantener a los desfavorecidos en una guerra irregular donde no hay distinción entre el civil y el combatiente.
En años anteriores la idea ha sido interrumpir el acto militar, para mostrar que hay organizaciones y activistas sociales que no están de acuerdo con las celebraciones militares. Este año queremos realizar una ruta-carnaval en la cual, afirmaremos nuestra duda y poca credibilidad sobre la independencia; proponiendo una fiesta-parada antimilitarista para que cada ciudadano, transeúnte, habitante de las zonas del acto, reflexione, denuncie y construya formas de hecho a partir de la consigna y actitud de libera tu conciencia.
Tradicionalmente hemos estado acostumbrados a vivir el 20 de julio como el día de la independencia de Colombia, esto nos genera la siguiente pregunta: ¿en realidad ha sido la independencia sinónimo de libertad? Pensamos que en un contexto de guerra como el que vive nuestro país en la actualidad, la libertad está sustentada en el uso de las armas y la implementación de políticas de intervención militar para controlar los ejercicios de autonomía de la sociedad.
Viéndose inducida nuestra sociedad a continuar avalando acciones y comportamientos militaristas, como asignar a la población roles de vigilancia sobre sus vecinos, en búsqueda de un enemigo que han señalado los gobiernos de turno para legitimar las inversiones militares, los impuestos para la guerra, y el uso de las armas como la única forma de solucionar los conflictos sociales.
Los invitamos a que se hagan presentes en el acto, parada antimilitarista, a realizarse el viernes 20 de julio, en las horas de la mañana, en el lugar donde acontezca el acto de celebración militar de la independencia.