(Las fotos que acompañan estos textos corresponden a las actividades conmemorativas a los 10 años de Resistencia de la Comunidad de Paz y a La Marcha del Silencio)
En este país existen nombres, que de la noche a la mañana, se vuelven noticia nacional. Y de la noche a la mañana, quien lo creyera, dejan de ser noticia nacional. La guerra, tiene su propia gramática y su propio diccionario donde va aceptando nuevas palabras y desechando otras más.
Hace diez años, si se le preguntase a un rolo, a un paisa, a un caleño, a un costeño, a un llanero, que quiere decir la palabra Machuca, se diría que talvez una manera de preparar los plátanos o un pacito bien especial para mover la colita en la fiesta. Tristemente todos sabemos, o a los que aun nos queda un poquito de memoria, que Machuca es un pueblo de Segovia-Antioquia que vió morir 74 personas en pocas horas. La historia parece un cuento, de terror obviamente. Un río incendiado por el petróleo, un río de llamas, se consumió a este caserío ribereño. Por error dice el ELN, pero resulta que la muerte no es una charla.
Mapiripán era a lo sumo, antes del 16 de julio de 1997, un trabalenguas o una de esas curiosas palabras que adornan los mapas de Colombia. Pero hace diez años, este pueblo entró al Guiness Records de la historia de sangre del país. 27 campesinados asesinados por los paramilitares en unas cuantos horas. Esta vez los militares, los héroes de la patria, los guardianes del orden, sufrieron una miopius colectivus, nombre científico con el que se designa en Colombia cuando los militares no ven ni escuchan nada. El oficial Mario Uscategui, quien ha sido investigado por los hechos, dijo:
“Si me voy a juicio va a ser una cuestión mucho más grave que
el proceso 8.000. Mejor dicho, va a ser más grave que todo lo que
ha sucedido en Colombia…sacaré a relucir pruebas que no dejan duda
sobre la cercanía del Ejército con las autodefensas…Lo que yo sé ya
está en el proceso, lo que pasa es que lo tienen tapado porque no
quieren que trascienda, pero lo que está ahí lo hago público si voy a juicio".
Pero a Uscátegui se le olvida que la historia de este país esta hecha, más que para mostrar, para ocultar. Podríamos seguir: por décadas: desde las más recientes masacres hasta las mas antiguas; por departamentos: desde la Guajira hasta el Meta; las masacres las podríamos clasificar por color de piel: en el Chocó, en Córdoba, en Antioquia; por color de piel: a los indígenas, a los menos blanquitos y a los más blanquitos; por tribu: los UWA, los NASA; y así sucesivamente tendríamos todo un manual editado por la Real Academia de la Guerra Colombiana.
Esta vez, en Calle Controversia, una invitación a visitar (ya que no podemos ir por miedo o por falta de $$$) a la comunidad de Paz San José de Apartado http://cdpsanjose.org/node/15. Ellos tienen también su historia por contar, tienen su monumento a las victimas, y también como no, tienen sus propios vivos que no dejarán implantar el silencio y el olvido.
Hace diez años, si se le preguntase a un rolo, a un paisa, a un caleño, a un costeño, a un llanero, que quiere decir la palabra Machuca, se diría que talvez una manera de preparar los plátanos o un pacito bien especial para mover la colita en la fiesta. Tristemente todos sabemos, o a los que aun nos queda un poquito de memoria, que Machuca es un pueblo de Segovia-Antioquia que vió morir 74 personas en pocas horas. La historia parece un cuento, de terror obviamente. Un río incendiado por el petróleo, un río de llamas, se consumió a este caserío ribereño. Por error dice el ELN, pero resulta que la muerte no es una charla.
Mapiripán era a lo sumo, antes del 16 de julio de 1997, un trabalenguas o una de esas curiosas palabras que adornan los mapas de Colombia. Pero hace diez años, este pueblo entró al Guiness Records de la historia de sangre del país. 27 campesinados asesinados por los paramilitares en unas cuantos horas. Esta vez los militares, los héroes de la patria, los guardianes del orden, sufrieron una miopius colectivus, nombre científico con el que se designa en Colombia cuando los militares no ven ni escuchan nada. El oficial Mario Uscategui, quien ha sido investigado por los hechos, dijo:
“Si me voy a juicio va a ser una cuestión mucho más grave que
el proceso 8.000. Mejor dicho, va a ser más grave que todo lo que
ha sucedido en Colombia…sacaré a relucir pruebas que no dejan duda
sobre la cercanía del Ejército con las autodefensas…Lo que yo sé ya
está en el proceso, lo que pasa es que lo tienen tapado porque no
quieren que trascienda, pero lo que está ahí lo hago público si voy a juicio".
Pero a Uscátegui se le olvida que la historia de este país esta hecha, más que para mostrar, para ocultar. Podríamos seguir: por décadas: desde las más recientes masacres hasta las mas antiguas; por departamentos: desde la Guajira hasta el Meta; las masacres las podríamos clasificar por color de piel: en el Chocó, en Córdoba, en Antioquia; por color de piel: a los indígenas, a los menos blanquitos y a los más blanquitos; por tribu: los UWA, los NASA; y así sucesivamente tendríamos todo un manual editado por la Real Academia de la Guerra Colombiana.
Esta vez, en Calle Controversia, una invitación a visitar (ya que no podemos ir por miedo o por falta de $$$) a la comunidad de Paz San José de Apartado http://cdpsanjose.org/node/15. Ellos tienen también su historia por contar, tienen su monumento a las victimas, y también como no, tienen sus propios vivos que no dejarán implantar el silencio y el olvido.