domingo, enero 27, 2008

En un correo que circula en cadena se lee: en Colombia hay cerca de 4 millones de personas desplazadas por la guerra y por los grandes proyectos de las multinacionales y de terratenientes colombianos; en los últimos 5 años, en pleno gobierno de la pretendida "seguridad democrática", han asesinado a 267 sindicalistas, y por ello la OIT calificó a Colombia como el país más peligroso del mundo para ejercitar la labor sindical; el tristemente célebre Mancuso reconoció haber asesinado a 336 personas además que el Congreso de la República contaba con el 35% de "padres de la patria" asociados a esa red de criminales ¿Ante ello quién protesta?

La manipulación de los medios de comunicación no se ha hecho esperar y la distorsion de los objetivos de invitar a marchar al país por la paz de Colombia, trae un mensaje implícito; legitimar la estrategia militar del gobierno, violadora de los derechos humanos como ninguna otra en el mundo. Un grupo creaedo en Facebook, denominado No Más Marchas, Ni Banderas de Hipocresía en Colombia (http://www.facebook.com/group.php?gid=7216794167) y que suma 1629 miembros escribe: Julito, Vickycita Dávila, País Libre, Caracol y RCN, y cientos de cínicos, porqué nunca se conmovieron ni invitaron siquiera a una mera reflexión por sucesos como estos: “jefe paramilitar Iván Laverde Capata alias 'el iguano' confesó 2.000 crímenes"

En otra posición, en el mismo Facebook aparece un grupo creado contra las FARC. Un Millón de Voces Contra las FARC (http://www.facebook.com/group.php?gid=6684734468) que promueve la marcha del 4 de febrero de 2008, ya suma más de 227.000 miembros. La pregunta es si todos son concientes qué están apoyando. El perfil de esta lista sostiene que dicha causa va más allá de todo color político, pues es una causa humanitaria y de simple sentido de solidaridad por nuestra querida patria. Pero resulta de que esta, como toda marcha, tiene todas unas repercusiones políticas. De nuevo entra la pregunta: ¿legitimar la guerra o buscar la paz?

Ante un debate de tantos tintes, es difícil ser categórico y sectario con las posiciones. En medio de este panorama complejo, que ha sido tratado al nivel de una telenovela por las grandes cadenas comunicativas, en medio del complejo conflicto colombiano, existe una voz y una mente muy lúcida. Luego de haber cuestionado la estrategia militar y guerrerista e inclusive la política social del gobierno de Uribe en plena plaza de Bolivar en Bogotá (ver http://www.youtube.com/watch?v=tYewmRlCjpw&feature=related), Gustavo Moncayo dejó de gustarle a Caracol y RCN y por supuesto al mismo gobierno. Sin embargo sus palabras sirven de mucho: “Ni el gobierno, ni los concejales, ni los congresistas, nadie ha hecho nada por los secuestrados. Los colombianos hemos sido indiferentes, nos han dejado solos. Todos somos culpables, inclusive somos culpables los familiares de los secuestrados, porque nos ha faltado barraquera para luchar por ellos”.

No hay comentarios.: